La educación física promueve el desarrollo armónico e integral de la formación corporal y motriz en niños y niñas a través del juego y la expresión.
Por medio de experiencias y habilidades motoras los niños se inician en el conocimiento de su propio cuerpo, creando una imagen positiva de sí mismos. Además, logran mejorar su salud, conocer sus posibilidades, adquirir destrezas propias de la edad, descubrir y organizar sus percepciones, sentir placer por la actividad física e integrarse al grupo de pares compartiendo juegos que promuevan su creatividad e imaginación.
Los juegos motores contribuyen al aprendizaje de nuevos conocimientos, en los cuales están implicados el cuerpo, el movimiento y la comunicación.
La educación física plantea como objetivos: