Desarrolla sus primeros hábitos como los momentos de descanso, momentos de comida.
Disfruta del intercambio de miradas y sonrisas con sus cuidadores; a partir del cuarto mes logra diferenciar a las personas de su entorno cercano de las que no.
Período de adaptación hacia los miembros de la familia por medio del reconocimiento de voces y del contacto corporal. Muestra curiosidad por explorar el entorno y pone a prueba sus habilidades motrices.
Entre los 4 y 6 meses logra repetir acciones como agitar una sonaja. Logra seguir con la mirada a los objetos en movimiento. Descubre que aunque un objeto no esté al alcance de su vista, de todas formas sigue existiendo.
Mantiene la cabeza erguida cuando está en brazos. Lograr mirar un objeto y seguir su movimiento. Puede sostener objetos con sus manos. Lleva sus manos y pies a la boca.
A partir de los 4 meses adquiere fuerza muscular en el cuello, tronco y extremidades. Al estar boca abajo, levanta y mueve la cabeza. Puede girar desde la postura de boca abajo a boca arriba y viceversa.
Logra escuchar el volumen, el timbre y el tono de los sonidos, y logra diferencia la voz humana de cualquier otro sonido. Mueve la cabeza al escuchar sonidos laterales.
El llanto es la única forma de comunicación durante los primeros 3 o 4 meses, luego comienzan a emitir fonemas con distintos tonos. Logra emitir balbuceos para llamar la atención de otras personas.
Establece relaciones de apego con personas de su entorno cercanos, comienza a interpretar sus gestos y actitudes e intenta imitarlos.
Se muestra poco amistoso con las personas desconocidas, puede llegar a llorar y refugiarse en los brazos de sus referentes de afecto.
Puede aplaudir y saludar con la mano. Responde con miradas y sonrisas cuando lo llaman por su nombre.
A partir de los 7 meses aparece el reconocimiento de causalidad de las cosas.
Entre los 10 y 12 meses introduce variaciones cuando repite acciones y logra ver las nuevas consecuencias.
Voltea su cuerpo y comienza a desplazarse boca abajo arrastrándose. Logra agarrar objetos que se encuentren a poca distancia. Puede mantenerse sentado sin apoyo.
Disfruta al mirarse en el espejo y se sonríe. Arroja los objetos al suelo y observa el efecto que causa. Gatea.
A partir de los 8 meses puede soportar el peso de su cuerpo en ambas piernas. Logra dar algunos pasos con ayuda. Introduce y retira objetos en un recipiente. Puede llevarse la cuchara a la boca al momento de la comida.
Entre los 10 y 12 meses puede coordinar y afianzar sus primeros pasos de manera progresiva. Acata órdenes simples.
Se expresa mediante balbuceos espontáneos y repetitivos, articulando sílabas dobles como “mamama”, “papapa”, “tatata”.
Le gusta escucharse y descubrir los sonidos que reproduce, suele llamar la atención de sus cuidadores elevando la voz.
El intercambio de palabras y onomatopeyas con las personas del entorno favorece su confianza en la construcción gramatical y comunicación social.
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Interesantes los conceptos aquí publicados.