Un gato turulato
a un árbol se subió
y después le dio miedito:
un bombero lo bajó.
Ha llovido mucho tiempo,
comenzó la inundación,
navegando, en un bote
el bombero, ayudó.
El dragón jugó con fuego
y el bosque se incendió,
con avión y auto bomba,
el bombero, lo apagó.
Se le derrumbó la cueva
al osito hormiguero,
se sintió muy aliviado
cuando apareció el bombero.
Mamita, cuando sea grande
bombero yo quiero ser,
manejar el auto bomba
que está guardado en el cuartel.
Nilda Zamataro