Hace semanas que decidí abrir este espacio, y lo hice, puse el nombre y cree la foto principal. Listo. Después estuve días en blanco, preguntándome qué quiero transmitir, de qué manera, escribiendo y borrando casi al mismo tiempo.
La exigencia virginiana se apoderó de cada pensamiento que pasaba tímido por mi mente. Qué difícil dar ese primer paso a lo desconocido.
Dar el primer paso es mucho más que tirar una moneda a la suerte, es dejar impresa la primera huella del camino, es el primer impulso para hacer realidad eso que hasta hace un instante eran solo ideas desordenadas.
Es asumir riesgos, animarse, llenarse de expectativas y ansiedades. Es acción.
Lo que mil veces dio vueltas en tus pensamientos, todas las dudas, las preguntas, la mirada ajena, los miedos se vuelven más reales. Es ahora.
Es un sentir que se pone en movimiento.
Hoy me animé a dar mi primer paso y escribir el primer capítulo de esta nueva aventura. Y lejos de sentirme tambaleando en un pie, ya estoy ansiosa por pisar fuerte para seguir avanzando.