Crianza con apego es estar atentos, conectados y disponibles

Durante los primeros años de vida, los/as bebés demandan cambios de pañal, alimentación, sueño, higiene corporal, y también reclaman atención, mimos, contacto, miradas, brazos.

Esto puede resultar sumamente agotador por momentos y podemos llegar a sentir que perdemos dominio de nuestro propio cuerpo o que nos dejamos de lado, por eso, poder compartir las aventuras y desventuras de la crianza es tan importante y necesario.

Cuando hablamos de crianza con apego, no se plantean fórmulas mágicas ni pasos a seguir.

Como mapadres sentimos la necesidad de hacer las cosas bien con nuestros/as hijos/as y nos urge que alguien nos regale un manual de crianza con todas las respuestas a nuestras inquietudes.

Poder seguir un lineamiento nos facilitaría el camino en más de una oportunidad y nos evitaría cientos de lágrimas y frustraciones, pero cada bebé es único/a y sus necesidades también lo son, por lo que debería haber tantos «manuales» como personas en el mundo; en vez de eso, podemos encontrar experiencias personales o investigaciones que nos sirvan de guía para poder escribir nuestra propia historia.

Crianza con apego es tomarnos el tiempo de conocer a nuestro/a bebé, ir descubriendo sus gestos y miradas, llegar a entender qué necesita en cada momento determinado.

Crianza con apego es generar una conexión con nuestro/a pequeño/a, mientras nos vamos reconociendo mutuamente.

Es anteponer sus necesidades por sobre cualquier mandato u opinión externa.

Aprender a cuidar y entender a nuestro/a bebé es un proceso que demanda tiempo, paciencia y mucha empatía.

«Lo que es importante no es el comportamiento específico (colecho, lactancia materna, porteo), sino saber si ESE comportamiento responde a las necesidades específicas de ESE bebé/niño/niña en ESE determinado momento.» – Teoría y práctica del Apego, Inés Bartolo.

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